miércoles, 19 de marzo de 2014

Capítulo 18: Bosque de la soledad

En pocas semanas se había hecho al bosque, se había hecho a vivir allí pero al caer la noche siempre se acercaba a la casa por ver si el estaba mejor , si habría vuelto con ella, con Emma.

También iba a casa de Regina, no podía negar que seguía enamorada de Graham hasta la médula.

- Le dieron el alta pero está viviendo en casa de mi madre - dijo Regina - y si lo que te preocupa es si Emma está con el no es así, ella sigue en casa de sus abuelos
- ¿Y su memoria?
- Nada de nada - me miró detenidamente - Llevas días sin comer verdad, ese bosque te matará
- Estoy bien, busco comida cuando las fuerzas me lo permiten
- No deberías, si quieres algo del pueblo pídemelo
- ¿Sabes? Ahora parecías mi madre y esa preocupación por mi me gusta
- Quiero que mi hermano recupere la memoria, no quiero que siga con Emma , esa mujer le hizo daño, era una relación dañina
- Yo no la conozco lo suficiente como para juzgarla
-¡Mami! - dijo Adri - he oído a Dany y quería darle las buenas noches
- Adri, deberías estar en la cama - le dije sonriendo

Me dio un beso en la mejilla y se me saltaron las lágrimas, se que la preocupé, se que se fue mal a la cama aquella noche pero me hacía recordar al bebé que nunca tendría. Drogo bajó con nosotras al salón. El estaba enfadado desde el día en que discutí con Graham, no me guardaba rencor pero sabía que había mejores formas.

Periódicamente iba a casa de Drogo y Regina , además de para conseguir algo de comida, para ver a Adriana. Esa preciosa niña dothraki alegraba mi razón de ser. Pero la veía pocas horas por miedo de ver a Graham y por el miedo de ser vista.

Las semanas se convirtieron en meses y todo seguía igual. Sin Graham mi vida era un suplicio, daban ganas de decirle a Regina que le regalaba mi corazón por si quería partirlo en dos. Pero debía ser fuerte.
Montaba en dragón a menudo para poder ver la costa, Drogon estaba poco receptivo al principio pero poco a poco me enseñó todo el lugar, era increíble.

Un día en el pueblo, en el jardín de Regina.

- Me ha preguntado por ti - me dijo muy seria
- ¿Por mi? ¿Porqué?
- Simplemente quería saber si estabas por aquí para no encontrarse contigo, no quiere peleas
- Te lo dije Dany - dijo Drogo asando en la barbacoa - no lo quería decir pero...
- Lo sé ... es mi culpa, perdí los estribos
- Es lo normal, yo le hubiese arrancado el corazón si me engaña con otra - dijo Regina enfadada
- Ya se a lo que atenerme

El comentario de Drogo nos hizo reír a ambas.

Tras una buena cena y juegos con Adri, había llegado a mi hogar, mi bosque. Decidí darme un baño, necesitaba el agua fría del lago para relajar los músculos, demasiados juegos con Adri. Pensar en los juegos me hizo sonreír y no pensar en mis recuerdos en ese lago.
Cerré los ojos y me sumergí para poder mojar todo mi cuerpo. Al salir a la superficie oí un pequeño ruido que venía de unos matorrales. Cogí mi ropa a toda prisa y la toalla, dispuesta a correr a mi escondrijo, los dragones estaban allí y si era peligroso me protegerían.
Corrí rápido pero alguien me agarró del brazo. Tenía miedo, mucho miedo. Nunca había visto a nadie en el bosque, no sabía a que atenerse.

- Dany

Los pelos se erizaron con solo una palabra, esa voz, ese suspiro seguido de su nombre. Se giró para mirar y allí estaba el, cuando sus ojos se cruzaron el comenzó a sonreír. Yo solo podía llorar de la emoción, de volverle a ver, me estrechaba entre sus brazos. Graham estaba allí y ella estaba abrazándole con solo una toalla.

- Dany, te recuerdo, sabía que estarías aquí y por eso vine a buscarte

No podía dejar de llorar, solo quería mirar esa sonrisa


viernes, 7 de febrero de 2014

Capítulo 17 : El adiós

Me levanté con un vacío en mi interior pero debía ir a verle, le llevaría un regalo para su hijo y su postre favorito: las fresas. Siempre le encantaban y se las comía todas sin darme ninguna. Por un momento sonreí recordándolo, pero no debía dejarme llevar por los recuerdos.

Fui a comprar lo que necesitaba y me encaminé al hospital para verle, estaba nerviosa pero debía comportarme como su amiga.

Llamé a la puerta y , como no, Emma estaba allí con Ted. Estaban en plan familia feliz, intentaba soportarlo.

- ¿Se puede?
- Si - dijo ella - me vienes muy bien, yo iba a casa a dejar a Ted, necesita dormir un poco allí y asearse, ¿puedes quedarte con Graham unas horas?

Miré la cara de Graham, no era la cara de la alegría por tener que quedarse conmigo pero bueno, asentí sin decir nada. Emma abandonó la habitación y entonces le miré, seguía con esa mirada fría, era dolorosa.

- Hola - dije casi con miedo - vine a verte y te traje algo
- ¿A mi? ¿Vas a intentar hacerme recordar?
- No - dije sacando la cesta - son fresas, se que son tus favoritas y creo que hace tiempo que aquí no te traen unas
- ¡Vaya! ¡Me encantan! - dijo casi con una sonrisa - ¿Como lo sabías?
- Ya lo sabes, tu y yo teníamos algo especial
- Ya
- También traje este peluche para tu hijo, espero que le guste
- Vaya gracias - me miró - aún me cuesta recordar tu nombre, es raro
- Es Daenerys, Dany es más corto
- Pues entonces Dany, gracias por todo

Le acerqué una fresa para que comiera, se le veía contento.

- Ya se que no me recuerdas pero quiero ser tu amiga
- Vale Dany

Su mirada se relajó al igual que su cuerpo, durmió hasta la vuelta de Emma. Cuando me despedía de ella me pidió que me quedase esa noche, que estuviese con el, Ted necesitaba a su madre y yo ...estaba sola. Accedí, sabía que el no querría pero bueno.

Mientras dormía acaricié su pelo, le miraba, siempre me gustó verle dormir. Decidí besar sus labios con mimo, no quería que despertase y se enfadase de nuevo conmigo. Menos mal que fue un beso rápido, cinco minutos después estaba despierto.

Cuando llegó la cena no quiso tomar nada, solo quería unas fresas. Cogí una para comérmela y al momento me reprendió.

- Deja alguna para Emma
- Yo las traje para ti, no para ella, ella solo intenta reconquistarte porque no la recuerdas
- Eso no es así, no te conozco, no se quien eres
- ¡Soy Daenerys! ¡Tu novia! - grité - no quieres conocerme porque quieres quedarte con lo que tienes, quieres vivir en el pasado antes que en el presente
- Eso no es así
- Claro, entonces dime que no la has besado, dime que no te la has tirado en esa cama en la que estás ahora
- ¡No te recuerdo!
- ¡Pero yo si! - tiré el vaso de agua del que bebía - yo si lo recuerdo

El vaso se rompió en miles de pedazos como mi corazón cuando no negó el haberse acostado con ella. Era muy doloroso, miré mi mano y tenía un corte, estaba sentada contra la pared, llorando y sangrando por un hombre que no recordaba todos los momentos conmigo, que me miraba asustado desde su cama. Se acercó un poco a mi.

- ¿Estás bien?

Negué con la cabeza. No quería que me tocase, no quería que sintiera lastima por mi pero ahí estaba, con su cara de no haber hecho nada malo, pero parecía preocupado. Intento tomar mi mano con el corte entre las suyas y la retiré.

- ¡No me toques!
- Pero tienes una herida
- Da igual ... quedate con tus fresas, con Emma y con tu hijo , nunca pensé que fueras tan cobarde como para no intentar conocerme y recordarme
- No soy un cobarde, no te conozco
- Eres un cobarde el mayor cobarde del mundo

Me agarró por el cuello y me levantó del suelo, apretaba contra la pared, se me cortaba la respiración, mis lágrimas empapaban sus manos. Al momento me soltó, tomé aire sonoramente y se veía arrepentido pero furioso.

- No vuelvas a decirme cobarde
- Cobarde , eres un cobarde, ni siquiera te molestas en conocerme

Dio un puñetazo al lado de mi cabeza pero ni me inmuté, se separó de mi totalmente confuso y cogió su teléfono, supuse que estaba llamando a Emma. Se encerró en el baño, le grité una vez más cobarde, cogí el peluche y tiré las fresas.

Respiré hondo por unos segundos y cuando le oí colgar le dije en la puerta.

- No vas a verme más, te dejo la llave de la casa de Daniel encima de la mesa, para que puedas vivir con tu familia. No me busques más, no me mires más, no me digas nada hasta que dejes de ser un cobarde.

Al salir me crucé con Emma.

- ¿Qué le has hecho? - me dijo con furia
- Ya es todo tuyo, ¿no es lo que querías?
- Pero es el padre de tu hijo
- No estoy embarazada
- ¡Ya sabía que mentías! No me enseñaste el test de embarazo cuando lo hiciste

Miré en el bolso, por suerte aún no lo había tirado . Le tiré con el test positivo a los pies y la miré enfadada.

- No me llames mentirosa, dio positivo pero un médico me dijo que estaría defectuoso, y que en caso de haberlo estado por el estrés lo habría perdido , ¿contenta? Deberías estarlo, solo has venido a causar problemas, confié en ti y eso que sabía desde el primer momento que ibas detrás de mi novio... bueno, ahora es todo tuyo. Si quieres una fresa cómetela del suelo, que es donde ha quedado tu reputación como persona.

No quería oír la replica que tenía preparada para mi, salí de allí rápido. Esta vez estaba sola para llevar mis cosas al bosque, a lo profundo del bosque, cerca de mis dragones.

Dejaría a la Plata en el establo de Daniel e iría a verla a menudo pero esa noche me fue de gran ayuda para transportar mis cosas y demás. Puse un plástico a modo de tienda, como cuando convivía con los Dothrakis. Esa noche iba a llover mucho tanto dentro como fuera.  No sabía que una persona podía llorar tanto por otra, tenía el corazón destrozado.

Drogon asomaba su morro por la cueva, se acercó hasta darme en la cara mientras estaba tumbada, fue la única calidez que sentí en días. No le diría a nadie donde estaba, intentaría ir a casa de Drogo a adecentarme, necesitaba hacer algo para mantener las horas muertas en el bosque. Esas eran las peores. Solo me hacían pensar en el.


martes, 28 de enero de 2014

Capítulo 16: Desilusión

- ¿Crees que estás embarazada? - su cara denotaba un deje de ira
- Lo creo pero no se muy bien los métodos de saberlo en este lugar, un maes...un médico como lo llamáis vosotros sería lo más efectivo
- Iré a por un test de embarazo, quédate con Graham

Asentí y volví a la habitación, di gracias de que estuviera dormido, no soportaría esa mirada de odio de nuevo. Leía todos los días el diccionario para hacerme más a ese mundo, necesitaba estar al día.
Al rato el despertó y me miró, seguía confuso.

- Hola - musité - ¿cómo te encuentras?
- Estoy bien, gracias
- Eso es genial, pensé que no te levantarías y estaba leyendo el diccionario que me regalaste
- ¿Y porque te regalaría un diccionario si no te conozco?
- Si me conoces, pero no lo recuerdas, nos conocimos en un lago - sonreí - y desde ese momento yo sabía ...
- No me importan esas cosas
- Pero - dije rota - esas cosas te pueden hacer recordarme
- No me interesa

En ese momento sonó la puerta. Era Emma. Su mirada se iluminó al verla, pero ella me llamaba a mi. Salí de la habitación, me dio el test y me explicó como iba para que yo me quedase tranquila.
Fui al baño y esperé el tiempo estipulado. Dos rayas. Estaba embarazada.
Salí y ella me esperaba allí, guardé el test y asentí. Ella me miraba con desaprobación.

- Ve a descansar a casa, yo me ocupo de el.

Yo la creí, quería confiar en las últimas palabras de Graham. Quería recordar su mirada, su sonrisa cuando estaba a mi lado... un bebé, pero no un bebé cualquiera, un bebé de Graham, de la persona a la que más amaba. Por un momento me sentí relajada y tranquila, si, el tenía que recordarme.

Antes de irme fui a despedirme de el. Al abrir la puerta estaba besando a Emma como hasta hace días me besaba a mi. Mi corazón quedó destrozado contra el suelo. Era tan doloroso.

- Dany - dijo Emma - esto no ...

Salí corriendo de allí. ¿Cómo pude confiar en ella? ¿Cómo pude confiarle un secreto tan grande como era que  estaba embarazada de el? No quería volver al hospital a verle, el era feliz, tenía a su familia , su familia con Emma ...y yo esperaba un hijo suyo. Deseaba que me arrancasen el corazón con las lágrimas que estaba por derramar.

A la salida me encontré con Ler y Pulgui, ellos me calmaron y me llevaron a ver al doctor. Le enseñé el test de embarazo y decidió hacerme una prueba de nuevo. Dio negativo, no estaba embarazada.
Ya no quedaban impedimentos para que Emma pudiera estar con el, todo se fue por donde había venido. No quería estar allí.

Esa noche al pasar por su puerta no sabía si ir a verle, oí un ruido muy peculiar. Eran gemidos.
Decidí alejarme de allí durante unos días, el era feliz. Me encontré por la calle vagando sola, ojalá un caballo de hierro me pasara por encima de este corazón destrozado.

- ¿Dany? - dijo alguien

Miré al frente.

- Drogo - dije en un mar de lágrimas
- Ven - se acercó a mi arropándome con sus brazos para tranquilizarme

Me llevó a su casa y le expliqué todo lo que había pasado. El me escuchó atentamente, sin pausas, me ayudaba siempre tanto. Me dolían los ojos de llorar.

- Nunca te había visto tan mal Dany  - dijo colocándome el pelo - creo, que deberías olvidarle y ser solo su amiga
- ¿Su amiga? Me partiría el alma verle en todo momento con Emma
- Quizás como amiga hagas que te recuerde
- El no quiere recordarme, el debe vivir su vida con ella ... ya no hay nada que lo una a mi
- Si, si te recuerda su amor os une
- Pero Drogo ... el no me quiere, no me quiere

Drogo me abrazó. Me acompañó a casa. Pensaba marcharme y esta vez sería de verdad, yo solo quería estar allí por Graham, si el no me recordaba no me quedaba nada. Estaba destrozada mental y físicamente.
Debía despedirme de el, le debía el último adiós.


lunes, 7 de octubre de 2013

Capitulo 15 : Soledad

Tras unos segundos el reaccionó.

- ¿Qué haces aquí?
- He vuelto y quería verte para presentarte a Ted
- ¿Ted? ¿Ese es su nombre?
- Si - sacó al niño del carro, tenía rasgos que demostraban que era su hijo - Este es Ted, tu hijo

Cogió al niño en brazos, era muy lindo. A el parecía gustarle esa sensación.

- ¿Porque este cambio de actitud?
- Porque vi que era bueno que conociese a su padre después de todo - me miró - soy Emma, ¿tu eres?
- Daenerys, Dany - dije mirándola
- Mi novia - dijo el con el niño
- Vaya, no has perdido el tiempo, encantada Dany - dijo con una sonrisa
- Igualmente
- Me estoy quedando en casa de mis abuelos, quizás podrías pasarte en algún momento - dijo volviendo a coger a Ted
- Si, ya me pasaré - dijo el
- Debo irme , encantada de conocerte Dany, nos vemos Graham

Se fue con el bebé. Graham parecía confuso. Lo abracé fuertemente para que se calmase, acariciaba mi pelo por inercia, estaba como en shock.

- Graham, ¿estás bien?
- Simplemente no me lo esperaba Dany... ¿recuerdas cuando te dije que ella se fue? Poco después la busqué pero desistí
- ¿Aún ... la quieres?
- No - cogió mis mejillas - te quiero a ti, no lo olvides pero estoy confuso
- ¿Por el bebé?
- Si, después de todo es mi hijo y no tiene la culpa de que su madre y yo nos llevemos mal
- ¿Quieres verle?
- Si Dany, quiero volver a verlo
- Ve a verle, yo te esperaré aquí

Besó mis labios con cariño, así me demostraba como me quería a pesar de toda su confusión. Fue a arreglarse, cogió algo de dinero y volvió a besarme para que me quedase tranquila.
Se fue a ver a su hijo, era lo normal después de todo. Cené sola viendo la televisión, no era lo mismo sin Graham con sus comentarios sobre las series que veíamos, era tan gracioso a veces.
Las horas pasaban rápidas y no volvía, estaba preocupada. Miré el móvil y no tenía llamadas, estaría bien, con Emma ... eso me hacía estar un poco celosa pero confiaba en el, me quería a mi.
Decidí leer un poco el diccionario que el me había regalado para saber de este mundo hasta quedarme profundamente dormida.
Un sonido agudo me despertó, el móvil sonaba una y otra vez, un mensaje:

"Graham ha tenido un accidente. Estamos en el hospital. Venid en cuanto podáis"

Me vestí lo más rápido que pude y llamé nerviosa a Leroy. El también había recibido el mensaje y vendría a por mi para ir al hospital. No debería haberle dejado ir con Emma. No era una buena señal pero ahora no podía estar celosa.
Tras un rato llegamos al hospital, buscamos su habitación. Estaba tan nerviosa. Entramos y allí estaba el dormido, con muchos aparatos alrededor y Emma a su lado, cogiendo su mano. No me gustaba esa visión.
Me acerqué a su lado.

- ¿Qué pasó?
- Estábamos en la puerta de casa de mis abuelos y cuando volvía para estar contigo le atropelló un coche, llamé a una ambulancia, dejé a Ted con mis abuelos y no me he separado de el en todo momento
- ¿Vivirá? - preguntó Leroy mientras yo me sentaba a su lado
- Si, pero solo queda esperar a que despierte

Los tres nos quedamos allí, me sentía algo incómoda de que Emma no se separase de el, era como si hubiese vuelto para recuperarle y eso se transformaba en miedo en mi interior. Pero el me dijo que me quería. Debía confiar.
En esa misma tarde abrió los ojos, estaba confuso. Miraba solo a Emma y a Ler.

- ¿Que ha pasado? Emma, has vuelto, te estuve buscando
- Tuviste un accidente cuando volvías a casa después de ver a Ted
- ¿Ted? ¿Quien es Ted? - dijo mirando su vientre - ¿Ya le has puesto nombre a esa cosa?
- Esa cosa ya ha nacido y la conociste anoche , ¿no lo recuerdas?
- ¿Como va a nacer si hace poco fui a buscarte de nuevo porque te habías ido? No digas tonterías Emma
- Tio - dijo Leroy - no es así, Ted nació fuera de Storybrooke y Emma decidió volver para que lo conocieras, tu ahora eres muy feliz con Dany
- ¿Dany? ¿Quien puñetas es Dany?
- Soy yo - dije acercándome conteniendo las lágrimas - Soy Daenerys
- No se quien eres
- ¡ No digas eso! - dijo Ler - ¡Ella es tu novia! ¡La quieres y te quiere!
- ¡No lo recuerdo! ¡ No la recuerdo!
- Está bien - musité - no pasa nada
- Si que pasa Dany - dijo Ler - el debe recordarte, tu eres su chica
- No importa Ler, el me recordará, yo le esperaré
- Graham - dijo Emma - debes recordar a tu novia y a Ted, nosotros te ayudaremos

Todo se quedó en silencio mientras el me miraba con ojos severos, nunca me había mirado así, era como si no hubiese sitio en su vida para mi. Salí un segundo al pasillo y lloré desconsoladamente, necesitaba desahogar todo lo que tenía dentro.

- Dany - dijo Emma - lo siento ...
- No importa ...no me recuerda y lo peor es que tenía una noticia que darle
- ¿Una noticia?
- Creo que estoy embarazada


jueves, 3 de octubre de 2013

Capítulo 14: Conociendo a Cora

Me estaba preparando poco a poco. Iba a conocer a la madre de mi novio. Tenía que estar guapa, era un momento especial. Pero estaba nerviosa, muy nerviosa.

- Tranquila - dijo Graham - yo estaré a tu lado en todo momento
- ¿Cómo sabes que estoy nerviosa?
- Te estás poniendo el zapato en el pie que no es
- ¡Oh! - dije cambiándolo - es que no se si voy a gustarle
- A quien tienes que gustar es a mi y a mi me encantas

Dijo eso antes de besarme , consiguió relajarme un poco antes de bajar las escaleras para ver a su madre. Tenía miedo, estaba viviendo en casa de esa mujer y no sabía que le diría Graham de mi.
Al bajar allí estaba ella, no era muy alta, yo tampoco lo era, pero ella imponía con la mirada, me miraba fijamente, daba algo de miedo. A su lado estaba su novia, Eva, y su mirada era todo lo contrario, me dedicó una sonrisa antes de salir de la habitación.
Graham abrazó a su madre fuertemente y ella sonrió.

- ¿Fue un buen viaje? Fui a ver a la persona que me dijiste
- Si, ya me llamó. El viaje bien, muy relajante y volvemos prometidas - dijo sonriendo y  mirándome - Graham , ¿tienes que decirme algo?
- Enhorabuena mamá y si - me dio la mano sonriendo - esta es Dany, Daenerys, mi novia, quería presentártela
- Encantada - dije acercándome - tenía muchas ganas de conocerla
- Vaya -miró a Graham - pensé que estabas con otra persona
- Y estaba pero estoy enamorado de Dany, ella ha estado pasando unos días aquí
- ¿No estará embarazada y por eso quieres presentármela?
- No, no, simplemente quería presentártela porque creo que ella es la definitiva
- Bien - me miró exhaustivamente - tu no eres de aquí
- Soy de Westeros, llegué aquí por un portal, hace ya tiempo, me encanta este lugar y me gustaría quedarme
- ¿Westeros? ¿A que te dedicas?
- Aquí cuido de los caballos con Daniel, el me da alojamiento en una casita pequeña, al lado de los establos - dije sonriente - me gusta ganarme mi sustento ya que en Westeros era una princesa y no me dejaban hacer nada
- ¡Una princesa! - miró a Graham - Quien lo diría, ¿tu reino era grande?
- Englobaba los siete reinos de Westeros
- Es impresionante, además de que es muy guapa Graham, enhorabuena
- Gracias mamá , quería decirte algo
- Dime, te escucho
- Quiero irme a vivir con Dany mientras estudio en la universidad,buscaré un trabajo y me independizaré
- ¿Estás seguro? ¿No te agobiarás?
- No - dijo con una sonrisa - no queremos agobiarte estando aquí
- Bien, es tu decisión - me miró - me alegra conocerte Dany, eres la primera chica que Graham me presenta y dice que serás la definitiva, te cuidaremos mucho ya que probablemente seas un Mills -dijo riendo
- Muchas gracias por todo

Después decidimos ir al lago a pasear, no queríamos estar todo el día en casa para agobiar a su madre y su novia. No podía dejar de abrazarle y sonreír. Quería vivir conmigo y no me lo había dicho. Era una buena sorpresa.

- Graham, podíamos venirnos a la casita, podrías ayudarme con el establo y yo podría buscar trabajo por el pueblo para que ambos podamos estar  a gusto.
- ¿Tu crees que estará bien para los dos?
- Para empezar si, Daniel solo me pide que esté limpio el establo y que saque a pasear a los caballos cuando se pueda
- Me parece bien, ¿cuando quieres venirte? - dijo con una sonrisa
- Cuanto antes, no quiero agobiar a tu madre, ahora que están  prometidas querrán estar a solas , ¿no crees?
- Si, tienes razón - dijo pensativo - ¿Y si pasamos las cosas hoy?
- ¿Hoy? - dije sonriendo - me parece bien, podríamos traerlo todo en el caballo de hierro
- El coche - dijo riendo - te voy a regalar un diccionario para que sepas de este mundo
- Si eso me enseña más me encantaría tener uno de esos
- Después cuando volvamos a casa te entrego uno

Tras una tanda de besos apasionados nos pusimos manos a la obra. Cargamos todo en el coche y fuimos a la casa del establo. Abrí con la llave que tenía guardada, fui a hablar con Daniel para comentarle que Graham me ayudaría y necesitaba otra llave para el.
Tras hacer una copia estuvimos colocando todo, la casita estaba acogedora. Miré a Graham, el ahora era mi familia, me dedicó una sonrisa.

- ¿En que piensas? - me abrazó sonriendo
- En ti, ¿no es evidente? - dije riendo
- Ya me lo imaginaba - besó mis labios - vamos a la ducha, nos lo merecemos
- ¿Juntos?
- Claro, lo quiero hacer todo contigo

Me sonrojé como una niña pequeña, sabía a que se refería. Le encantaba hacer el amor conmigo en la ducha, era la segunda vez que terminaba en mi, parecía que se iba relajando más que las primeras veces y eso me encantaba. Lo miraba y lo veía tan feliz.
Tras secarnos y buscar nuestra ropa de pijama iba a preparar la cena cuando sonó la puerta. Fui a abrir, una muchacha rubia con un carrito estaba fuera, me quedé de piedra.

- ¿Está Graham? - dijo con una sonrisa
- Si-si - alcanzé a tartamudear - ¿Graham?
- ¡Voy! - bajó y al verla se quedó blanco - Emma ...

Miré a Graham y la miré a ella. Mi estómago se hizo un nudo, ella era la madre del único hijo de Graham, el primer amor de Graham.


lunes, 23 de septiembre de 2013

Capítulo 13: La semana

Estaba a gusto con Graham, tan a gusto que los días se pasaban volando a su lado. Era único el amor que podía sentir por el, era único en si. No pensé en volver a mi mundo en ningún momento porque quería quedarme allí. Veía a Graham como mi potencial futuro.
El decidió presentarme a gente del pueblo, la semana siguiente tenía que hacer unos recados para su madre fuera del pueblo así que quería que conociera a sus amigos. Me puse un vestido bonito, el estaba todo el tiempo mirándome, a saber que estaría pensando en todo momento, era muy lindo.

- ¿Estás nerviosa?
- Un poco, son tus amigos y no se como les caeré
- Seguro que genial, eres un amor de chica
- Gracias -sonreí con cariño
- Conoceremos a Leroy, Ler , seguro que está con Pulgui
- ¿Pulgui?
- Su novia, es una buena chica
- Me alegra conocer a gente nueva
- Es que no quiero que te sientas sola durante mi ausencia
- Estaré deseando tu vuelta

Me abrazó, adoraba su aroma, era especial cuando sentía su calor cerca de mi. Deseaba besarle a todas horas, pero sabía que el no era así por eso no lo hacía.
Fuimos al ayuntamiento, allí quedamos con Ler. Era un muchacho alto, moreno, con unos ojos azules muy bonitos e iba acompañado por una chica pequeña, morena de ojos miel. Era tan bonita como una muñeca, me impactó mucho, ¿me vería yo así  de linda?
Era verdad que Graham no era muy expresivo sobre si me veía linda o no, no sabía exactamente lo que podía pensar de mi en cada momento.

- Buenas , soy Ler, tu debes de ser Dany
- Si, soy Daenerys - sonreí - encantada de conoceros
- Es muy linda Graham - dijo Pulgui
- No me siento linda - dije cohibida
- ¿Que dices? - dijo Graham - es super linda y amorosa
- La vas a hacer sonrojar - rió Ler - estamos encantados de ver a Graham tan feliz
- Intento hacerle feliz, el me cuida mucho y me siento genial
- Hacéis buena pareja - dijo la chica - algún día deberíamos salir los cuatro
- Estaría genial pero Graham tiene que irse esta semana
- Pues queda con nosotros Dany, mira, por ahí viene Anais

En ese momento llegó una chica alta, su pelo era largo y rojo carmesí, era realmente llamativa, ¿cómo era posible que Graham no se diera cuenta de la belleza de esas chicas? En ese pueblo eran todas bellas, no recordaba que alguna fuese fea.

- Siento llegar tarde - dijo ella, su voz sonaba como una melodía
- Yo queriendo presentarte a alguien importante y tu llegas tarde Anais
- Lo siento Graham, me lié en casa de Killian comiendo helado
- Tu y los helados - dijo el riendo - ella es Dany, mi novia
- Encantada - dije adelantándome
- ¡Vaya! Es linda Graham y está sonrojada
- Siempre se sonroja - dijo el
- No siempre - repliqué

Todos se reían. Quedé en llamarles con el nuevo teléfono que me había comprado Graham. No sabía muy bien como usarlo así que estuvimos toda la tarde hablando y mirándolo. El estaba sentado detrás de mi y susurro.

- ¿Me vas a echar de menos?
- Sabes que si, solo espero que no venga tu madre mientras estoy aquí sola - dije riendo
- No vendrá, llegará un día después de que llegue yo y te la presentaré
- ¿De verdad?
- Si, le encantarás, además como te dije eres la primera chica que está en casa
- Será un honor para mi

Aquella noche volvimos a hacer el amor,fue la primera vez que el terminó en mi, estaba tan emocionada y a la vez tan triste, al día siguiente se iría y no volvería a verle en una semana. Se hacía difícil pensar con su marcha tan cerca, se hacía difícil dormir.
Se fue temprano, me dejó una nota de despedida: "La casa es tuya. Llámame cuando estés sola.Te quiero". Era simple pero parecía sincero.
En esa semana quedé mucho con Pulgui y Anais , eran muy simpáticas, me enseñaron a ser más femenina a explotar mis encantos de cara a estar a solas con Graham. De pensarlo me sonrojaba como una cría que acaba de perder la virginidad. Eran muy buenas en lo que se trataba de feminidad, yo no era nada femenina hasta ese momento. Me hablaron de maquillajes, de las cosas que solían gustarle a los chicos, de sus hombres. Yo no podía evitar pensar en Graham y enviarle algún mensaje, así se pasó mi semana.
Esa mañana no llegó estaba nerviosa porque llegase, era ya de noche cuando sonó la puerta. Sería el. Abrí la puerta corriendo, allí estaba, lo abracé.

- Por fin estás aquí
- Hola - dijo con una sonrisa - ¿Me echabas de menos?
- Muchísimo , estaba deseando verte

Cenamos y hablamos de lo que había estado haciendo esa semana. Se le notaba cansado, los viajes en los caballos de hierro eran muy cansados. Nos quedamos dormidos pronto, pero se dormía mucho más a gusto a su lado, era más tranquilo y acogedor.
A la mañana siguiente nos despertó el ruido en el salón.

- Creo que mi madre y su novia han llegado -me miró
- ¿Que hacemos?
- Prepárate, es hora de que conozcas a tu suegra







viernes, 30 de agosto de 2013

Capítulo 12: Primeros días

No nos separabamos para nada. Graham preparaba las comidas y yo limpiaba la casa. Lo oía hablar con su madre cada dos días, sería para cerciorarse de que estaba bien.
Dos días después de toda la revolución tuvimos que salir a comprar, la comida escaseaba y estábamos cansados de congelados. Queríamos algo de Grany´s y comprar en el supermercado. Además Graham se había empeñado en comprarme un móvil , un teléfono pequeño como el suyo y enseñarme a usarlo.
En el super sentía algunas miradas raras sobre mi.

- Voy a por la carne para comer - sonreí
- No te pierdas

Intentaba decidirme porque tipo de carne sería más fácil de hacer cuando alguien rozó mi brazo y susurró muy cerca de mi.

- Ten cuidado con lo que haces con Graham
- ¿Quien eres? - me giré asustada

Un hombre el doble de alto que yo y moreno, me dedicó una sonrisa burlesca, daba miedo, sus ojos tenían mucha ira.

- Mi nombre es Quinn y voy a partirle la cara a tu lo que sea por hacerle daño a Eve
- ¡No! Deja a Graham en paz
- Vaya, vaya - me rodeaba - eres valiente, ¿te quieres enfrentar a mi? No tienes posibilidad, no me gustan las mujeres como tu
- No es eso, no soy una mujer cualquiera
- A mi una mujer que rompe una pareja me parece una cualquiera
- No soy una cualquiera
- Déjala Quinn - dijo la voz de una mujer - no tiene culpa de ser una cualquiera

Era ella, la chica del Grany´s, Eve. Nunca la había visto de cerca. Se me cayó la bandeja de las carnes que tenía en la mano y me puse a recogerla.

- Quizás si le hago un poquito de daño el venga - dijo el chico cogiéndome por un brazo
- ¡Hazme todo el daño que quieras a mi pero no toques a Graham!
- Parece que después de todo lo quiere - dijo retorciendo un poco mis muñecas
- ¡Suéltala! ¡Es a mi a quien buscas!

Todo se quedó muy confuso para mi, solo se que al girarme Graham estaba peleando con Quinn fuertemente en el suelo del supermercado y Eve estaba frente a mi. Me levanté como pude y ella me miró severamente.

- Eres una pequeña zorrita, cuando te deje me reiré
- No eres quien para juzgarme

Intenté separar a Quinn de Graham llevándome unos cuantos golpes por ello, no quería que le dañase, nadie debe ser castigado por enamorarse.

- Vamonos Eve , aquí no se te ha perdido nada, ya encontrarás algo mejor que esto
- Si - dijo ella

Se notaba que estaba dolida y la entendía, comprendía el dolor por el que podía estar pasando. Ayudé a Graham a levantarse para volver a casa, estaba magullado por todas partes. Pagué los productos, además compré vendas, tiritas y alcohol para curarle. El cogió otra cosa llamada preservativo, después le preguntaría que era.
Volvimos a casa y el solo quería dormir, decidí dejarle dormir hasta la mañana siguiente. Por la mañana le hice que se despertase temprano, tenía que ducharse y debía curar esas heridas, no tenían buena pinta.

- Vamos Graham
- No me apetece
- ¿Y si yo me ducho contigo? - dije bromeando
- Si tu te duchas conmigo si entro - dijo muy serio
- ¿Lo dices en serio? - dije sorprendida
- Muy en serio
- Ya me has visto desnuda - dije sonrojada - no me importa
- Pues vamos vergonzosa , ¿dejarás de sonrojarte algún día? - dijo quitándose de golpe la ropa interior, lo único que usaba para dormir - ¿vienes?
- Primero - dije quitándome el pijama - no soy vergonzosa, es algo de mi que hace que me sonroje, soy así y segundo - terminando de desnudarme - voy ya

Ambos entramos en el agua, miré sus ojos, el estaba demasiado concentrado analizándome.

- Quinn no te hizo daño , ¿verdad? Mataré a ese bastardo si es así
- No, solo me duelen un poco las muñecas
- A ver - cogió mis manos y las acarició con delicadeza - no parece nada grave

Sin decir nada cogió una pequeña esponja y empezó a limpiar cada centímetro de mi piel. La piel me ardía más que cuando me cubría el fuego de dragón pero era un fuego agradable. Suspiré tan fuerte cuando sus manos llegaron a mi cintura que el sabía que me tenía en sus manos. Alcancé a sus ojos con los míos y sonreía de lado. El quería que me duchase con el, el quería tenerme a su merced, mojada, indefensa y vulnerable.
Sentí mi espalda contra el frío azulejo de la ducha cuando sus labios comenzaron a devorar los míos con pasión. Mis inexpertas piernas le rodeaban facilitándole el trabajo, mi pelo se pegaba a su cara, yo también quería sentirle en mi, quería que fuese mío.

- Eres mía Dany , solo mía - susurró

Sus movimientos eran fuertes pero rítmicos, era tan apasionado que me hacía temblar en todo momento. Entraba y salía de mi como los suspiros exasperados salían de mis labios. Estaba rendida a su cuerpo por completo, el me quemaba, tenía mi corazón.
De nuevo se controló para no terminar en mi, algo tendría con eso porque no quería aquello. Besaba mis labios con una sonrisa, siempre se salía con la suya pero me encantaba. Ambos nos ayudamos a enjabonarnos, era divertido ducharse con el siempre.

- Podría cogerlo como una costumbre - dije riendo
- Es una buena costumbre, haremos el amor por las mañanas en la ducha
- ¡Graham! - dije sonrojada
- Solo a veces, cuando este mi madre debemos controlarnos
- Lo se - dije preocupada

Salimos de allí, me dio una toalla para secarme. Una vez secos y vestidos para evitar la tentación de la carne me dispuse a curar las heridas que tenía. Tras la ducha parecían tener mejor pinta.

- ¿Te preocupa mi madre? - dijo quedándose quieto mientras le curaba la de la ceja
- Si, después de todo esta es su casa
- No debes preocuparte, cuando venga te la presentaré
- Oh - dije riendo - que honor - terminando de curarle - le dirás: mira mamá me dedico a traer a rastras a desconocidas a tu casa
- No, le diré mamá esta es mi novia Daenerys

Esa respuesta me tomó tan de sorpresa que me quedé boquiabierta frente a el. El se reía de mi y lo único que pude hacer fue acallar su risa con mis pequeños besos. Era feliz, muy feliz.