miércoles, 19 de marzo de 2014

Capítulo 18: Bosque de la soledad

En pocas semanas se había hecho al bosque, se había hecho a vivir allí pero al caer la noche siempre se acercaba a la casa por ver si el estaba mejor , si habría vuelto con ella, con Emma.

También iba a casa de Regina, no podía negar que seguía enamorada de Graham hasta la médula.

- Le dieron el alta pero está viviendo en casa de mi madre - dijo Regina - y si lo que te preocupa es si Emma está con el no es así, ella sigue en casa de sus abuelos
- ¿Y su memoria?
- Nada de nada - me miró detenidamente - Llevas días sin comer verdad, ese bosque te matará
- Estoy bien, busco comida cuando las fuerzas me lo permiten
- No deberías, si quieres algo del pueblo pídemelo
- ¿Sabes? Ahora parecías mi madre y esa preocupación por mi me gusta
- Quiero que mi hermano recupere la memoria, no quiero que siga con Emma , esa mujer le hizo daño, era una relación dañina
- Yo no la conozco lo suficiente como para juzgarla
-¡Mami! - dijo Adri - he oído a Dany y quería darle las buenas noches
- Adri, deberías estar en la cama - le dije sonriendo

Me dio un beso en la mejilla y se me saltaron las lágrimas, se que la preocupé, se que se fue mal a la cama aquella noche pero me hacía recordar al bebé que nunca tendría. Drogo bajó con nosotras al salón. El estaba enfadado desde el día en que discutí con Graham, no me guardaba rencor pero sabía que había mejores formas.

Periódicamente iba a casa de Drogo y Regina , además de para conseguir algo de comida, para ver a Adriana. Esa preciosa niña dothraki alegraba mi razón de ser. Pero la veía pocas horas por miedo de ver a Graham y por el miedo de ser vista.

Las semanas se convirtieron en meses y todo seguía igual. Sin Graham mi vida era un suplicio, daban ganas de decirle a Regina que le regalaba mi corazón por si quería partirlo en dos. Pero debía ser fuerte.
Montaba en dragón a menudo para poder ver la costa, Drogon estaba poco receptivo al principio pero poco a poco me enseñó todo el lugar, era increíble.

Un día en el pueblo, en el jardín de Regina.

- Me ha preguntado por ti - me dijo muy seria
- ¿Por mi? ¿Porqué?
- Simplemente quería saber si estabas por aquí para no encontrarse contigo, no quiere peleas
- Te lo dije Dany - dijo Drogo asando en la barbacoa - no lo quería decir pero...
- Lo sé ... es mi culpa, perdí los estribos
- Es lo normal, yo le hubiese arrancado el corazón si me engaña con otra - dijo Regina enfadada
- Ya se a lo que atenerme

El comentario de Drogo nos hizo reír a ambas.

Tras una buena cena y juegos con Adri, había llegado a mi hogar, mi bosque. Decidí darme un baño, necesitaba el agua fría del lago para relajar los músculos, demasiados juegos con Adri. Pensar en los juegos me hizo sonreír y no pensar en mis recuerdos en ese lago.
Cerré los ojos y me sumergí para poder mojar todo mi cuerpo. Al salir a la superficie oí un pequeño ruido que venía de unos matorrales. Cogí mi ropa a toda prisa y la toalla, dispuesta a correr a mi escondrijo, los dragones estaban allí y si era peligroso me protegerían.
Corrí rápido pero alguien me agarró del brazo. Tenía miedo, mucho miedo. Nunca había visto a nadie en el bosque, no sabía a que atenerse.

- Dany

Los pelos se erizaron con solo una palabra, esa voz, ese suspiro seguido de su nombre. Se giró para mirar y allí estaba el, cuando sus ojos se cruzaron el comenzó a sonreír. Yo solo podía llorar de la emoción, de volverle a ver, me estrechaba entre sus brazos. Graham estaba allí y ella estaba abrazándole con solo una toalla.

- Dany, te recuerdo, sabía que estarías aquí y por eso vine a buscarte

No podía dejar de llorar, solo quería mirar esa sonrisa


viernes, 7 de febrero de 2014

Capítulo 17 : El adiós

Me levanté con un vacío en mi interior pero debía ir a verle, le llevaría un regalo para su hijo y su postre favorito: las fresas. Siempre le encantaban y se las comía todas sin darme ninguna. Por un momento sonreí recordándolo, pero no debía dejarme llevar por los recuerdos.

Fui a comprar lo que necesitaba y me encaminé al hospital para verle, estaba nerviosa pero debía comportarme como su amiga.

Llamé a la puerta y , como no, Emma estaba allí con Ted. Estaban en plan familia feliz, intentaba soportarlo.

- ¿Se puede?
- Si - dijo ella - me vienes muy bien, yo iba a casa a dejar a Ted, necesita dormir un poco allí y asearse, ¿puedes quedarte con Graham unas horas?

Miré la cara de Graham, no era la cara de la alegría por tener que quedarse conmigo pero bueno, asentí sin decir nada. Emma abandonó la habitación y entonces le miré, seguía con esa mirada fría, era dolorosa.

- Hola - dije casi con miedo - vine a verte y te traje algo
- ¿A mi? ¿Vas a intentar hacerme recordar?
- No - dije sacando la cesta - son fresas, se que son tus favoritas y creo que hace tiempo que aquí no te traen unas
- ¡Vaya! ¡Me encantan! - dijo casi con una sonrisa - ¿Como lo sabías?
- Ya lo sabes, tu y yo teníamos algo especial
- Ya
- También traje este peluche para tu hijo, espero que le guste
- Vaya gracias - me miró - aún me cuesta recordar tu nombre, es raro
- Es Daenerys, Dany es más corto
- Pues entonces Dany, gracias por todo

Le acerqué una fresa para que comiera, se le veía contento.

- Ya se que no me recuerdas pero quiero ser tu amiga
- Vale Dany

Su mirada se relajó al igual que su cuerpo, durmió hasta la vuelta de Emma. Cuando me despedía de ella me pidió que me quedase esa noche, que estuviese con el, Ted necesitaba a su madre y yo ...estaba sola. Accedí, sabía que el no querría pero bueno.

Mientras dormía acaricié su pelo, le miraba, siempre me gustó verle dormir. Decidí besar sus labios con mimo, no quería que despertase y se enfadase de nuevo conmigo. Menos mal que fue un beso rápido, cinco minutos después estaba despierto.

Cuando llegó la cena no quiso tomar nada, solo quería unas fresas. Cogí una para comérmela y al momento me reprendió.

- Deja alguna para Emma
- Yo las traje para ti, no para ella, ella solo intenta reconquistarte porque no la recuerdas
- Eso no es así, no te conozco, no se quien eres
- ¡Soy Daenerys! ¡Tu novia! - grité - no quieres conocerme porque quieres quedarte con lo que tienes, quieres vivir en el pasado antes que en el presente
- Eso no es así
- Claro, entonces dime que no la has besado, dime que no te la has tirado en esa cama en la que estás ahora
- ¡No te recuerdo!
- ¡Pero yo si! - tiré el vaso de agua del que bebía - yo si lo recuerdo

El vaso se rompió en miles de pedazos como mi corazón cuando no negó el haberse acostado con ella. Era muy doloroso, miré mi mano y tenía un corte, estaba sentada contra la pared, llorando y sangrando por un hombre que no recordaba todos los momentos conmigo, que me miraba asustado desde su cama. Se acercó un poco a mi.

- ¿Estás bien?

Negué con la cabeza. No quería que me tocase, no quería que sintiera lastima por mi pero ahí estaba, con su cara de no haber hecho nada malo, pero parecía preocupado. Intento tomar mi mano con el corte entre las suyas y la retiré.

- ¡No me toques!
- Pero tienes una herida
- Da igual ... quedate con tus fresas, con Emma y con tu hijo , nunca pensé que fueras tan cobarde como para no intentar conocerme y recordarme
- No soy un cobarde, no te conozco
- Eres un cobarde el mayor cobarde del mundo

Me agarró por el cuello y me levantó del suelo, apretaba contra la pared, se me cortaba la respiración, mis lágrimas empapaban sus manos. Al momento me soltó, tomé aire sonoramente y se veía arrepentido pero furioso.

- No vuelvas a decirme cobarde
- Cobarde , eres un cobarde, ni siquiera te molestas en conocerme

Dio un puñetazo al lado de mi cabeza pero ni me inmuté, se separó de mi totalmente confuso y cogió su teléfono, supuse que estaba llamando a Emma. Se encerró en el baño, le grité una vez más cobarde, cogí el peluche y tiré las fresas.

Respiré hondo por unos segundos y cuando le oí colgar le dije en la puerta.

- No vas a verme más, te dejo la llave de la casa de Daniel encima de la mesa, para que puedas vivir con tu familia. No me busques más, no me mires más, no me digas nada hasta que dejes de ser un cobarde.

Al salir me crucé con Emma.

- ¿Qué le has hecho? - me dijo con furia
- Ya es todo tuyo, ¿no es lo que querías?
- Pero es el padre de tu hijo
- No estoy embarazada
- ¡Ya sabía que mentías! No me enseñaste el test de embarazo cuando lo hiciste

Miré en el bolso, por suerte aún no lo había tirado . Le tiré con el test positivo a los pies y la miré enfadada.

- No me llames mentirosa, dio positivo pero un médico me dijo que estaría defectuoso, y que en caso de haberlo estado por el estrés lo habría perdido , ¿contenta? Deberías estarlo, solo has venido a causar problemas, confié en ti y eso que sabía desde el primer momento que ibas detrás de mi novio... bueno, ahora es todo tuyo. Si quieres una fresa cómetela del suelo, que es donde ha quedado tu reputación como persona.

No quería oír la replica que tenía preparada para mi, salí de allí rápido. Esta vez estaba sola para llevar mis cosas al bosque, a lo profundo del bosque, cerca de mis dragones.

Dejaría a la Plata en el establo de Daniel e iría a verla a menudo pero esa noche me fue de gran ayuda para transportar mis cosas y demás. Puse un plástico a modo de tienda, como cuando convivía con los Dothrakis. Esa noche iba a llover mucho tanto dentro como fuera.  No sabía que una persona podía llorar tanto por otra, tenía el corazón destrozado.

Drogon asomaba su morro por la cueva, se acercó hasta darme en la cara mientras estaba tumbada, fue la única calidez que sentí en días. No le diría a nadie donde estaba, intentaría ir a casa de Drogo a adecentarme, necesitaba hacer algo para mantener las horas muertas en el bosque. Esas eran las peores. Solo me hacían pensar en el.


martes, 28 de enero de 2014

Capítulo 16: Desilusión

- ¿Crees que estás embarazada? - su cara denotaba un deje de ira
- Lo creo pero no se muy bien los métodos de saberlo en este lugar, un maes...un médico como lo llamáis vosotros sería lo más efectivo
- Iré a por un test de embarazo, quédate con Graham

Asentí y volví a la habitación, di gracias de que estuviera dormido, no soportaría esa mirada de odio de nuevo. Leía todos los días el diccionario para hacerme más a ese mundo, necesitaba estar al día.
Al rato el despertó y me miró, seguía confuso.

- Hola - musité - ¿cómo te encuentras?
- Estoy bien, gracias
- Eso es genial, pensé que no te levantarías y estaba leyendo el diccionario que me regalaste
- ¿Y porque te regalaría un diccionario si no te conozco?
- Si me conoces, pero no lo recuerdas, nos conocimos en un lago - sonreí - y desde ese momento yo sabía ...
- No me importan esas cosas
- Pero - dije rota - esas cosas te pueden hacer recordarme
- No me interesa

En ese momento sonó la puerta. Era Emma. Su mirada se iluminó al verla, pero ella me llamaba a mi. Salí de la habitación, me dio el test y me explicó como iba para que yo me quedase tranquila.
Fui al baño y esperé el tiempo estipulado. Dos rayas. Estaba embarazada.
Salí y ella me esperaba allí, guardé el test y asentí. Ella me miraba con desaprobación.

- Ve a descansar a casa, yo me ocupo de el.

Yo la creí, quería confiar en las últimas palabras de Graham. Quería recordar su mirada, su sonrisa cuando estaba a mi lado... un bebé, pero no un bebé cualquiera, un bebé de Graham, de la persona a la que más amaba. Por un momento me sentí relajada y tranquila, si, el tenía que recordarme.

Antes de irme fui a despedirme de el. Al abrir la puerta estaba besando a Emma como hasta hace días me besaba a mi. Mi corazón quedó destrozado contra el suelo. Era tan doloroso.

- Dany - dijo Emma - esto no ...

Salí corriendo de allí. ¿Cómo pude confiar en ella? ¿Cómo pude confiarle un secreto tan grande como era que  estaba embarazada de el? No quería volver al hospital a verle, el era feliz, tenía a su familia , su familia con Emma ...y yo esperaba un hijo suyo. Deseaba que me arrancasen el corazón con las lágrimas que estaba por derramar.

A la salida me encontré con Ler y Pulgui, ellos me calmaron y me llevaron a ver al doctor. Le enseñé el test de embarazo y decidió hacerme una prueba de nuevo. Dio negativo, no estaba embarazada.
Ya no quedaban impedimentos para que Emma pudiera estar con el, todo se fue por donde había venido. No quería estar allí.

Esa noche al pasar por su puerta no sabía si ir a verle, oí un ruido muy peculiar. Eran gemidos.
Decidí alejarme de allí durante unos días, el era feliz. Me encontré por la calle vagando sola, ojalá un caballo de hierro me pasara por encima de este corazón destrozado.

- ¿Dany? - dijo alguien

Miré al frente.

- Drogo - dije en un mar de lágrimas
- Ven - se acercó a mi arropándome con sus brazos para tranquilizarme

Me llevó a su casa y le expliqué todo lo que había pasado. El me escuchó atentamente, sin pausas, me ayudaba siempre tanto. Me dolían los ojos de llorar.

- Nunca te había visto tan mal Dany  - dijo colocándome el pelo - creo, que deberías olvidarle y ser solo su amiga
- ¿Su amiga? Me partiría el alma verle en todo momento con Emma
- Quizás como amiga hagas que te recuerde
- El no quiere recordarme, el debe vivir su vida con ella ... ya no hay nada que lo una a mi
- Si, si te recuerda su amor os une
- Pero Drogo ... el no me quiere, no me quiere

Drogo me abrazó. Me acompañó a casa. Pensaba marcharme y esta vez sería de verdad, yo solo quería estar allí por Graham, si el no me recordaba no me quedaba nada. Estaba destrozada mental y físicamente.
Debía despedirme de el, le debía el último adiós.